“Si elegís una carrera para satisfacer a otro, cuando el otro no esté vas a tener un vacío”
Es tucumano, tiene 31 años, es concertista de guitarra y utiliza la guitarra como instrumento solista para transmitir la música.
Fernando se debatía entre dos amores. Decidió llevar una relación con las dos. Todos le decían que deje a la primera, que no iba a tener futuro con ella ¡que no valía la pena! Sin embargo, él cada día se enamoraba más y más de una, en desmedro de la otra. Cada vez que pensaba en dejarla se le aceleraba el corazón. Hasta que un día se dio cuenta que no podía continuar con esa vida, no podía vivir escindido, dividido entre su pasión y lo que le daba, a veces, satisfacción. Se tenía que decidir por una sola… Fue en ese momento en que se decidió por una. Hoy ama y toca diariamente, 3 horas como mínimo, solamente a su verdadero amor, la música.
¿Qué es lo que te inspira para componer tu música?
Toda mi
música son situaciones que me pasaron. No soy compositor, algo tiene que pasar
para que escriba. Por ejemplo, yo leí el libro “Héroes y tumbas” de Sabato y
escribí una obra cuando lo estaba leyendo y la obra salió. Después cuando
estaba leyendo “La República” de Platón, había descubierto algo que intentaba
explicarle a mi familia y nadie me entendía, y de ese sentimiento de soledad
escribí una obra que se llama “Soledad”, tengo otra que se llama “por el
camino” que es un aire de chacarera y se la dediqué a mi mujer, porque ella es
la que me viene acompañando.
Interpreta
música instrumental en general. Ya que hay un gran repertorio tanto de música
académica como de música popular para la guitarra sola.
¿Cuáles son los ingredientes principales de tu música?
Tengo
composiciones que son momentos muy específicos de algo que me pasó, agarré mi
guitarra, salió la idea y en muy poco tiempo la obra ya estaba terminada. Hubo
obras que mis profesores me decían que las tenía que seguir trabajando pero
cuando yo lo intentaba veía que ya
estaban terminadas. Eso en lo que es composición. Cuando elijo un repertorio,
tome la decisión hace un par de años de hacer música de compositores
latinoamericanos.
Fernando
Jalil percibe un cambio positivo en la ponderación que tienen las carreras de
arte y música hoy en Tucumán. Afirma que años antes, el que quería dedicarse al
arte o la música debía hacerlo de manera correlativa a otra ocupación más
rentable.
¿Cuál
es la temática que más te interesa difundir con tu música?
El
repertorio latinoamericano, y sobre todo, lo que son obras completas. Por
ejemplo, el compositor Leo Brower tiene estudios y obras, yo quiero mostrar los
estudios que son música pero plantean un pensamiento, muestran una situación; y
también las obras. No tengo decidido que autor, estoy estudiando mucho, pero
quiero difundir.
No tiene un
lugar específico, como taller, para tocar. Brinda clases personalizadas a
domicilio. Y en la escuela en Monteros y en el colegio proporciona clases
grupales.
¿Cocinas
tu arte como solista o con un grupo?
No tengo
banda, soy solista. Porque hay mucho para estudiar y para mostrar y, por ahora,
como tengo que estudiar e investigar tanto, me quiero dedicar a eso. Si me
invitan si voy a tocar.
Hace más de
un cuarto de hora que estamos sentados dialogando y el sigue acalorado por
arribar, al lugar acordado para realizar la entrevista, en un “colectivo sauna”.
Es que la sofocación imperante de Tucumán es difícil de mitigar aún bebiendo el
agua más fresca.
¿Hace
cuánto supiste que la música era para lo que naciste?
A los 18 años, yo empecé a tocar la guitarra a
los 11, con un profesor que me ensañaba con el método académico. Después él se
fue a Europa, estuve dos años sin estudiar y me amenazaron con que iban a
vender la guitarra, entonces agarré la guitarra volví a estudiar y ahí ya me
enloquecí. Ya estaba terminando la
secundaria, y tenía que decidir entre ingeniería eléctrica, que me gustaba
muchísimo, y la música. Cada vez que pensaba en dejar la música se me aceleraba
el corazón y decía “¡no, no, no, no, no!”. Entonces decidí estudiar música e
ingeniería, aprobé todo el primer año de ingeniería pero terminé dejando. Por
supuesto, tenía mucha presión de mi familia y amigos para seguir con
ingeniería. Pero yo tenía que hacer música sí o sí.
Tocó en casi
todas las salas de Tucumán, en bares, teatros, escuelas y donde lo invitan.
Este año su proyecto es difundir la música latinoamericana fuera de la
provincia y concursar en Bolivia en el mes de Abril.
¿Qué
consejo les podes dar a los jóvenes que quieren dedicarse a la música, y no se
animan por la presión de su contexto?
Que estudien
música, eso les digo a mis alumnos, porque económicamente no hay diferencia. Y
en las dos las tenés que pelear, en las dos tenés que estudiar, yo todos los
días de mi vida toco 3 horas, como mínimo, no tengo vacaciones ni feriados.
Económicamente no hay problema, y si elegís una carrera para satisfacer a otro,
cuando el otro no esté vas a tener un vacío, que no lo va a llenar el otro, lo
tenés que llenar vos. Entonces hay que animarse y hacerlo.
En compañía
de su esposa y su hijo de 3 años, se dedica a fomentar el arte, enseñar
guitarra en Monteros en la primera Escuela de Arte Popular y en el Colegio
Educación del Talento.
¿Qué hubiese
sucedido si Fernando se decidía por la otra? Hablo de la otra carrera, claro, Seguramente
hoy sería Ingeniero Electrónico y ni los cables y placas podrían llenar ese vacío, que solo la música, puede llenar en
él.
Por Lic. Mirta Carolina Peralta
No hay comentarios:
Publicar un comentario